Para el I I Foro de las Brigadas Internacionales , Universidad de Castilla-La Mancha

Brigadistas Internacionales en la Guerra Civil de España

George Sossenko - Atlanta, Georgia, USA

1 - Formación espontánea.

Era un otoño húmedo, tal como empieza el mes de Octubre en Paris. Era el año 1936, y aún sonaba en mis oídos el tronar del cañon que había venido desde la frontera española hasta el pueblo francés de Saint Jean de Luz, donde pasamos las últimas vacaciones de verano. Yo tenía 16 años, y fue con sentimiento de culpabilidad que había huido de nuestro hogar del Barrio Latino, para dirigírme a una callejuela cerca de la Place de l’Opera, para coger un camión que salía con voluntarios a España, para participar en la lucha contra Franco, que intentaba derrocar a la República. Al írme, había dejado una nota sobre la mesa del comedor que decía, "Queridos padres, sé que les voy a causar pena con esta mi decisión, pero ahora mismo está en juego el porvenir de la humanidad, y no me perdonaría jamás al no participar en este acontecimiento histórico, de la lucha final por la democracia que ahora se desarrolla en España. Mi conciencia no me dejaría vivir en paz si no hiciera mi deber de hombre libre. Cuando regrese, después de la victoria del proletariado, el mundo será un lugar mucho más seguro y hermoso para todo el mundo. Los quiero mucho y los beso a los tres".

En Paris, como en Francia y la Europa entera, todos en general estaban enterados de los acontecimientos que se desarrollaban en la Península Ibérica. La derecha se regocijaba, mientras nosotros los marxistas nos apenábamos, viendo como las hórdas franquistas subyugaban casi impunemente a todo el país vecino. El proletariado francés reaccionó, y pedía voluntarios para que vayan a luchar junto con el pueblo español contra las fuerzas invasoras. Debido al hecho de que fui rechazado por los socialistas y los comunistas, por ser demasiado joven, y no haber hecho el servicio militar, me enlisté en el ejército anarquísta, en la "Centúria Sebastien Faure", el único que me daba la oportunidad de cumplir mi deber de anti-fascista. Sabíamos que algunos liberales de ótros países, que se encontraban entonces en Barcelona participando en los juegos deportistas internacionales, se juntaron ya al pueblo español en las barricadas erigidas contra los fascistas. Sin embargo, estabamos convencidos de que nosotros los franceses, seríamos los únicos extranjeros que nos lanzariamos a la ayuda de nuestros hermanos españoles.

Después de pasar por Perpiñan, en nuestro camioncito destartalado, fuimos llevados a Puigcerda, pueblo español fronterizo donde nos esperaba un recibimiento caluroso, que nos volvía eufóricos. No nos cansábamos de regocijárnos al ver que el pueblo español ya gobernaba dicha ciudad, las propiedades de los grandes terratenientes habian sido requisadas, y la revolución tal cómo lo habiamos soñado estaba en pleno desarrollo.

Dos días más tárde, viajando por trén de Puigcerda a Barcelona, fuimos sorprendidos de ver que los vagones estaban guardados por "milicianos" mexícanos, (así fueron llamados los primeros voluntários) y aún más, cuando llegamos al cuartel Montjuic; que entonces se llamaba cuartel Bakunin, vimos a chécos, polácos y alemanes. No comprendíamos qué pasaba, ya que estabamos seguros de que nosotros los franceses eramos los únicos voluntarios extranjeros que venian a luchar contra el fascismo internacional personificado con Franco.

Es solamente poco a poco que nos fuimos enterando de la magnitud del soporte del proletariado mundial al proletariado español, lo que nunca se había manifestado anteriormente, ni siquiera durante la revolución francesa de 1789 o de la rusa de 1917. De repente, como una avalancha inesperada, de 52 países vinieron 42,000 voluntários, todos con el mismo propósito, él de luchar por la República Española. Fue un cáso único de solidaridad masiva espontánea, ya que no hubo acuerdos, conferencias, llamados, arreglos para que toda esta masa trabajadora de diferente orígen venga a participar a defender con armas en la mano, la libertad de sus hermanos de clase.

Por supuesto, las razones de venir a España no fueron las mismas para todos. Cada uno, por más que se solidarizaba con el proletariado español, estaba además impulsado por otros motivos, que incrementaba aún más su deseo de luchar contra la opresión. Nosotros, en Francia veíamos que la guerra mundial era inminente, que la derecha simpatizaba con Hitler y Mussolini, debido a su ódio al comunismo, y era unicamente en España donde podíamos luchar con armas contra esa fuerza nazi-fascista, que amenazaba dominar al mundo libre. Los judíos, que en muchos grupos étnicos eran muy numerosos, como en la Brigada Abraham Lincoln, eran cansados de ser perseguidos, humillados, abusados, y veían en España su oportunidad para por primera vez, poder también luchar abiertamente contra la opresión, contra el fascismo y el antisemitismo. Los demócratas alemanes e italianos, que sufrieron en su propio país, veian la arena española el lugar propício para luchar contra los usurpadores de poder de sus países respectivos. Los anglo-sajones, ingleses, irlandeses y norteamericanos, querían paran en España, el movimiento retrógrada dictatorial de la derecha, que ya se preparaba a deprivarlos de libertad en sus própios países. Hubo además un gran número de voluntários, como yo incluido, idealistas, que eramos llevados por nuestro entusiasmo de poder destruir al fascismo, para luego construir al marxismo. El capitalismo se había vuelto arrogante, explotaba sin piedad a la clase trabajadora, llevándola casi a la miseria y la pacienia de los pueblos del mundo entero se habia acabado.

Un punto muy interesante de estos "milicianos", que el 28 de Noviembre fueron llamados "Brigadistas"; mientras tanto las "Centúrias" se volvieron "Brigadas", fue que ninguno de aquellos voluntarios que llegaron a España, en ningún mmento vinieron con la intención de radicárse en el país, buscar empléo, o recibir alguna ventaja material. Todos vinieron incondicionalmente, sin ningún interés, o esperanza de compensación monetaria.

Fue después de haber luchado durante tres meses en el Aragon, cundo fui en misión a Barcelona, que me enteré por primera vez que nos daban un sueldo. Yo díje, "¿Por qué?" Y no podía comprender que me pagaban diez pesetas por día, para luchar por mi propio ideal. Tal vez eramos demasiado idealistas desinteresados, al ofrecérnos voluntários, sin pensar siquiera pedírle nada a la República, por venir a pelear por ella y el proletariado español.

Es lo que se refiere al aspecto humano, mental e idealista de los voluntarios de la libertad que vinieron de tantos países para luchar por la República española.

2- Formación militar

Ahora referente a la parte militar, es aún más extraño lo que aconteció con nosotros; ya que entonces, el ejército español estaba considerado como uno de los mejores de Europa, que eestaba además reforzado con los Tabores Moros y la Legión Extranjera. Por nuestro por lado, a parte de algunos franceses y alemanes, que ya habián participado en la Primera Guerra Mundial, eramos en general "civíles con fusíles", cómo a Franco le gustaba llamárnos. Muchos de nosotros veíamos a un fusil por primera vez; sobre todo los muchachos americanos de la Brigada Abraham Lincoln. Sin embargo ellos, después de perder gran cantidad gente al comienzo, se han aguerrido luego tan rápido que, casí de inmediato se transforaron en una unidad de choque, que se enviaba a los lugares más peligrosos del frente de batalla.

Las hórdas franquistas se abalanzaban sobre los publos y las ciudades, casi sin sentir ninguna resistencia por parte de la población civil española, que en aquella época era pasiva, y atemorizada por la brutalidad de la fuerza llamada del "órden". Los franquistas fueron muy sorprendidos al ser parados en las puertas de Madrid, por los que hacía poco ellos llamaban, "civiles con fusiles", dándose cuenta de que desde entonces en adelante, ellos tendrían que hacer frente a una fuerte resistencia por parte de las Brigadas Internacionales, que habian madurado transformandóse en unidades combativas de gran consideración. Era muy simple, nosotros venimos a Eapaña para luhar, y si fuera necesario, morir también. En Jarama, los anglo-sajones que recien llegaban y no eran aguerridos aún, en una semana perdieron la tercera parte de sus efectivos entre muertos y heridos, pero no retrocedieron. Ellos seguian con orgullo repitiendo el grito de guerra, que la Pasionaria habia lanzando:"¡No pasarán!"

Si se toma en cuenta mi experiencia como Brigadista, considero que fue en Jarama en 1937, que participé en las batallas más sangrientas de toda la contienda. Fue durante un fuego enemigo muy intenso que tuve la dicha de conocer al héroe español, comandante Emilio Alvarez Canosa, alias "Pinocho". De los cuarenta Brigadistas que defendíamos la posición, fuimos los dos únicos sobrevivientes en aquel combate que se desarroló cerca del puente. Tuve que esperar hasta Abril de 1997, para volver a ver nuevamente a mi compañero de lucha, que había venido de España con una delegación de AABI a New York, para participar en nuestra cena anual de VALB. Lamentablemente el comandante "Pinocho", moría dos años más tarde, aunque su memória gloriosa permenecerá víva para siempre entre nosotros.

Las B.I. en si mismo no han constituido un elemento primordial o decisivo en los campos de batalla, ya que sus componentes aunque contaban un total de 42,000 voluntarios; en ningún momento hubo más de 10,000 Brigadistas luchando en el frente contra el enemigo. Por supuesto no se trataba de una unidad militar que podía cambiar el curso de los acontecimientos bélicos. Sin embargo, la importancia de las B.I. se manifestó en el lado moral, político y tal vez también psicológico. Con nuestra presencia, pudimos convencer al puebo español que ellos luchaban legitimamente por sus derechos, contra militares rebeldes sublevados, y que ellos contaban con el apoyo de las masas internacionales del proletariado mundial, que eramos nosotros, aqui presentes, luchando codo a codo con ellos en las B.I. Al final de la guerra civil, cuando el número de los Brigadistas extranjeros mermaba, se fue incorporando a sus filas españoles, para conseguir mantener a los respectivos Batallones y las Brigadas, en su excelente estado combativo. Es sabido que la psicología juega un papel muy importante en todas las guerras, razón por la cual en todas las contiendas históricas se han dado diferentes nombres llamativos a unidades militares, husáres, dragones, guardias, Legion Extranjera, etc. y sin querérlo, o buscárlo, las Brigadas Internacionales adquirieron una fama, luego una reputación mundial e histórica.

Este prestígio cruzó la frontera española, y se fue propagando por todo el mundo, lo que molestó mucho a los dos compadres dictadores, Hitler y Mussolini. Sus hordas habituadas a ganar victórias fáciles, no tenian entrañas para enfrentárse a los Brigadistas, que con el tiempo no solamente se habian aguerridos, sino que ayudados por instructores y armamento soviéticos se habían transformado en unidades de choque. Llegó un momento cuando el Eje, con su astucia habitual prometió a la Sociedad de Naciones retirar a todas sus hórdas del campo de batalla de Eapaña , si los Internacionales también lo fueran. Fue debido unicamente a la cobardía de las llamadas democrácias, de Inglaterra y de Francia, que se accedió a dicho arreglo, sancionado por el Comité de no-Intervención. Los Internacionales tuvieron que dejar España en Octubre de 1938, mientras que los fascistas intensificaron el envío con olas trás olas refuerzos de soldados frescos, que ayudaron a los ejércitos debilitados de Franco, liquidar a la República Española.

El presidente americano Roosevelt, que hasta entonces había relegado los asuntos de la guerra Civil Española a su Secretario de Estado Hull, al final de su carrera política, admitió que el error más grande de su vida fue, el no reconocer, y no haber ayudado a la República Española.

A pesar de que aún hoy, muchos derechistas y fascistas lo niegan, es sabido ahora que si las democrácias hubiesen ayudado al pueblo español, se púdo habér evitado la muerte de 52 millones de personas que perecieron en la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, entonces, los "demócratas" temían mas al comunismo que al fascismo, con una esperanza velada de que Hitler los desembarazaría del peligro marxista.

Nosotros eramos humanos como los demás, y sabiamos muy bien que el nombre solo de Brigadista no nos protegía contra las balas enemigos, ni tampoco eramos inmunes en luchas con enemigos más fuertes y mejor adiestrados que nosotros. Nuestro ideal fue el mayor sostén, y para afianzárlo aún más fueron creados los "comisarios" que nos levantaban el moral y muchas veces intervenían para resolver problemas que nunca faltan sucitarse entre combatientes. Los comisarios para nosotros los marxistas, eran muy importantes, y ya habian dado un resultado esplendido en la revolución rusa. Por supuesto no perdíamos la oportunidad de aprovechárnos de nuestra reputación para impresionar al enemigo, que en muchas casos se aflojaba al saber que tenía que enfrentárse con Brigadistas.

Nosotros los Brigadistas recibidmos un gólpe inexorable en octubre de 1938, cuando tuvimos que abandonar España, obedeciendo a este malogrado acuerdo de la No-Intervención, mientras que veíamos que los nazi-fascistas se consolidaban.

Muchos libros fueron escritos sobre las Brigadas Internacionales, algunos alabándonos, otros tratándonos con desprecio como lo hizo Arturo Koestler, pero no se puede cambiar la historia, ya que demasiados acontecimientos registrados y testigos fidedignos confirman su realidad. El motivo y la razón fundamental de dicha distorsión, fue envídia; por la simple razón de nuestra misma existencia extraordinaria, siendo la otra, mucho más malévola de índole política.

Debemos reconocer que el Partido Comunista fue acusado injustamente por haber creado y manipulado a las B.I, otros hasta insisten de que ese mísmo partido las había destruido, y aún algunos afirman descaradamente que su existencia practicamente pasó sin noticia.

A pesar de muchos erróres que el P.C. cometió en España, no se debe olvidar que fue el único país que habia ayudado a la República Española, sin despreciar o menospreciar sin embargo a Mexico, que con sus escasos recursos y dentro de sus posibilidades ayudó muchísimo. Cualesquiera que hayan sido los motivos que impulsaron a la Union Soviética a dar ese paso, al ayudar a los demócratas españoles, le debemos ser agradecidos por haberlo hecho.

Estoy convencido de que en tiempo normal, si no hubiese existido en los países capitalistas un miedo, casi terror al comunismo, hubieramos podido vencer, no solamente a las hordas franquistas, sino también a sus aliados nazi-fascistas, si solamente pudimos haber recibido las armas ya compradas, pero no entregadas al gobierno español, que los franceses retenían en su frontera. El coraje, las agállas y el idealísmo que nos guiaba, podía haber superado la superioridad belíca del enemigo, pero en realidad ya no teniamos municiones, y muy pocas armas. Nuestra fe y nuestras convicciones en nuestro ideal no nos abandonaban cuando nos lanzábamos con nuestros pechos descubiertos enfrentando a los tanques amenazadores, armados solamente con los famosos cokteles Molotov, botellas con gasolina, que prendiamos antes de lanzárlas contra los blindados.

Los detractores profesionales, con su insistencia enfermiza para tratar de disminuir nuestra proeza, decían que los Brigadistas eran unos vagabundos, borrachos, bandidos sin fe ni ley, que vinieron a España por no tener otro lugar en el mundo adónde escondérse. "Escoria de la tierra" nos llamó Koestler, que él mismo fue un desviado y pervertido sexual; aunque él fue un gran escritor; por una razón desconocida se mofaba y despreciaba a los Brigadistas.

No voy a negar que habremos tenido en nuestros rángos a algunos sinverguenzas perdidos, pero eran muy pocos, ya que mucho más se destacaron las ilústres figuras, que quedarán registrados en la historia para siempre, cómo: el Brigadista Willy Brandt, que llegó a ser Primer Ministro del gobierno alemán después de la Segunda Guerra Mundial. El Brigadista Tito, que después de haber sido un guerrillero indómito luchando contra los alemanes, no dejándolos ocupar enteramente a Yugoslavia en la última guerra, llegó a ser su president . Los Brigadistas Palmieri Togliatti y Nenni Pietro que luego se volvieron políticos destacados en Italia, uno secretario del Partido Comunista, mientras que el ótro, durante muchos años fue su Jefe de Estado. El Brigadista Chu en Lai, llegó a ser el Ministro de Asuntos Extranjeros de China, y mano derecha de Mao Tse Tung. El Brigadista Roy Tanguy, coronel en la resistencia francesa, que recibió la rendición de las fuerzas alemanas que ocupaban a Paris en la Segunda Guerra Mundial. André Marty, destacado político francés, que era el alma e inspiración de las Brigadas. Sin hablar de los generales soviéticos como Yukov, Kleber, Timoshenko y otros, que aprendieron en España como derrotar a los nazis en Rusia.

Muchos escritores destacados estuvieron con nosotros también, como: de Alemania, Andre Edgar, Regler Gustave, Renn Ludwig y Carl Einstein.

De Francia, Bernanos Georges, André Malraux, Weil Simone

De Inglaterra, Bates Ralph, Louis Fisher, Ralp Fox, George Orwell

De USA, Upton Sinclair, Edwin Rolff y Ernest Hemingway (por más que no luchó)

De Checoslovaquia, Artur London,

De Hungária, Paul Lukas

De Rusia, Ilya Ehrenburg.

 

Capítulo 3 - Activístas para siempre.

Derrotados, pero no en el cámpo de batallas, sino por la cobardía de las susodichas democrácias, los Brigadistas al cruzar la frontera fueron brutalmente arrojados en los campos de concentración franceses. Ellos no perdieron su ánimo y los pocos que no pudieron aguantar más sus sufrimientos físicos y morales, se fueron con dignidad, como el intelectual alemán Carl Einstein. Fue uno de los volúntarios de más edad que llegó a España, pues tenía entonces 52 años. Participó en la Primera Guerra Mundial en el ejército alemán, con el grado de teniente. Disgustado por la política alemana después de la derróta, y por ser perseguigo por sus idéas liberales, él se refugió en Francia, para trabajar con Picaso y otros intelectuales. Ahora sus obras estan en el muséo Georges Pompidou de Paris. Al estallar la Guerra Civíl Española, Einstein se alistó en el ejército anárquista de Durruti,- cómo yo- llegando al grádo de capitan. Después de nuestra retirada a Francia en 1938, él fue encerrado en el campo de concentración de Argeles. El no pudo adaptárse al cautiverio y se escapó una vez, fue arrestado nuevamente por los alemanes y en 1940, cuando consiguió huir por segunda vez, ya no tenía más fuerzas para resistir la opresión, y se suicidó tirándose en el río Gave, cerca de Bordeaux, el 5 de julio del mismo año. Fue enterrado en el cementério Boeil Bézing. Lo curioso es que no obstante ser judío, fue enterrado en el único cementerio católico del pueblo, y manos anónimas depositan todas las mañanas flores fréscas sobre su túmba.

Los francéses pusieron tánta presión sobre los detenidos, que muchos de ellos tuvieron que engancharse por cinco años en la Legion Extranjera francesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, una vez más fui a luchar contra los fascistas en las Fuerzas Francesas Libres, en Egipto, Libya, Tunisía, Italia y Francia, y muy a menudo me topaba con ex-Brigadistas, o Republicanos españoles que aún estaban en el ejército francés.

Los de menos suerte eran los que habían luchado contra el nazismo en su país, que entonces estaba ocupado por ellos, y cuando Francia fue invadida por los alemanes, muchos de esos voluntarios de la libertad, alemanes, y centro-européos, fueron enviados con cooperación del gobierno francés de Petain a campos de concentración, en los cuales pereció la mayoría.

Algunos, con más visión, se habían deslizado de los campo de internamiento, y pudieron huir a países nórdicos, o sudamericános, especialmente Mexico, que recibió a tantos. Los Estados Unidos no les otorgaban la visa de entrada. En cuanto a los voluntários de la Brigada Abraham Lincoln, de regreso a su pátria, ellos tuvieron que endurar durante muchos años, especialmente durante el reino de McCarthy, una persecusión constante y prisiones, haciéndoles difícil ganárse la vida decentement. Sin embargo, en ningun momento nadie de ellos de ellos se quejó. Muchos de los que pudieron regresar a America, quedaron sin un brazo, una pierna o ciegos, pero conservaron adentro de ellos mismos un amor inconmensurable por España.

No podría terminar este escrito sin mencionar a los heroícos Brigadistas y soldados Republicanos españoles, que permanecieron detrás de las líneas franquistas para siguir la lucha de guerrillas contra el fraskismo. En algunos casos los consejeros soviéticos, también se infiltraron en los territorios conquistados por Franco, como la Brigadista Elizabeta Parchina, en la Extremadura. A raíz de una persecusión franquista, seguida por una huída espectacular de España, Elizabeta pudo regresar a la Union Soviética, para participar en la lucha contra los invasores nazis.

No todos los Brigadistas y Republicanos encerrados en los cámpos de concentración de Francia, se dejaron llevar al matadero, muchos se escaparon y se juntaron a las guerrillas francesas. Paris había sido liberado por partisanes franceses, cuyos combatientes en mayoría eran Brigadistas, o Republicanos españoles, en honor de quien hace poco fue eregido un monumento.

Los consejeros y Brigadistas soviéticos al retirarse de España, llevaron con ellos, barcos enteros de heridos Brigadistas, republicanos y también 75,000 niños, par protegérlos contra cualquier venganza por parte de las hórdas frankistas. Uno de ellos era el comandante Fort, francés, que a consecuencia de heridas quedó ciego, "El Campesino," el general Merino y ótros enseñaron en la Academía Militar de Moscú durante la guerra mundial. Muchos Brigadistas, republícanos españoles y hásta "niños" ya crecidos, participaron en la lucha contra Hitler en el Ejército Rojo. El hijo de la Pasionaria, fue capitan en el Ejército Rojo y murió peleando en la batalla de Stalingrado.

En quince países existen monumentos en honor de los Brigadistas, y vários más etan planeando eregir uno, para recordar la memória de sus conciudadanos que fueron voluntários de la libertad, en su lucha contra el fascismo.

Después de la Segunda Guerra Mundial, nosotros los Brigadistas hemos seguido la lucha por la democracia, en Chile, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, adonde hemos llevado 35 ambuláncias y ahora mismo en USA queremos romper el bloqueo contra Cuba.

Por más que seguimos luchando, o ayudándo a los que luchan por la democracia, no nos olvidamos de España, que todos llamamos nuestra "Segúnda Pátria." Cuando entre los Brigadistas nos escribimos, siempre ponemos al final de nuestras cartas "SALUD" en castellano, para recordárnos de los momentos más importantes de nuestra vida, que fue en España, donde maduramos, nos hemos hecho hómbres y sobre todo aprendimos a pelear por la democrácia, el derecho humano, la dignidad humana y sobre todo contra la explotación.

En todos los países del mundo existen asociaciones de veteranos Brigadistas de la guerra de España, con cenas anuales. En USA tenemos dos de ellas, VALB (Veterans of the Abraham Lincoln Brigade) de California, que se reunen cada Febrero, y otra VALB en New York, con una cena que atráe hasta mil personas. Por supuesto nosotros los Brigadistas, seremos de una docena a cuarenta presentes, los demás son políticos, diplomáticos, artistas de cine, intelectuales y nuestros seguidores.

En Enero de 1996, el Congreso Español por unanímidad votó para dár la ciudadanía española a todos los Brigadistas que participaron en la Guerra Civil , cumpliéndo así con la promesa que nos hizo la Pasionaria. La AABI de Madrid, organizó en Octubre del mismo año un homenaje especial para nosotros. Eramos 300 Brigadistas llegando de 40 países, y contando a los acompañantes que vinieron con nosotros, eramos más de mil personas. Nunca en mi vida he visto a una recepción tan sincera y fraternal que nos fue brindada por el pueblo español; por doquier, en las calles, los estadios, teatros, adonde fueramos. Miles de personas lloraban, nos abrazaban y nos besaban, era muy emocionante. Entonces en el mundo entero eramos aún unos 700 Brigadistas vivos, ya que el tiempo va también decimando, a los que la muerte no toco en los campos de batallas.

En Octubre de 2001, una vez más la AABI, nos organizó otro homenaje, que era muy majestuoso, sin poder sin embargo comparárse con el anterior. Venimos 54 Brigadistas con cerca de 200 acompañantes de unos 20 países. Se calcula que aún quedamos unos 300 vívos en total, de los 42,000 que venimos a pelear a España, en 1936-38, de ellos 105 estan en USA.

Así se cúmple el pronóstico de la Pasionaria cuando nos dijo, "Sois história, sois leyenda."

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